Ojo vago en niños: cómo identificarlo y posibles tratamientos

Se calcula que 3 de cada 100 niños padecen de ojo vago. En este artículo, vamos a explicar cómo identificar el ojo vago en niños, cuáles son sus síntomas, cómo se diagnostica o los posibles tratamientos para ponerle solución lo antes posible.

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Ojo vago en niños: cómo identificarlo y posibles tratamientos 

Todos hemos visto, en alguna ocasión, a algún niño con el ojo tapado por un parche en la consulta del médico o en la escuela. El causante de esta situación suele ser la ambliopía, más conocida popularmente como «ojo vago». Es una de las alteraciones visuales más comunes durante la infancia. Si eres un padre preocupado, debes saber que el 90 % de los niños suelen recuperarse correctamente de este contratiempo, gracias, en gran parte, a la detección temprana y un tratamiento adecuado para su salud visual. 

En este artículo, vamos a explicar cómo identificar el ojo vago en niños, cuáles son sus síntomas, cómo se diagnostica o los posibles tratamientos para ponerle solución lo antes posible. 

¿Qué es el ojo vago en niños?

El ojo vago en niños es una anomalía visual que produce fallos en un solo ojo. Científicamente, se conoce como «ambliopía» y se desarrolla cuando la comunicación entre el cerebro y el ojo no se realiza de forma correcta. Esta alteración de la visión se produce, generalmente, cuando el ojo vago no recibe imágenes tan claras como el ojo sano y el cerebro, para evitar la visión borrosa, acaba ignorando las imágenes que le llegan de él. 

Se calcula que 3 de cada 100 niños padecen de ojo vago. Es una anomalía que suele aparecer, habitualmente, antes de los 4 años, y es este el momento en el que se puede conseguir un mejor pronóstico.  

Suele presentarse en un solo ojo, aunque ambos pueden verse afectados: mientras que el «ojo fuerte» ofrece una visión normal, el ojo vago o perezoso no consigue alcanzar una agudeza visual óptima.  

¿Cuáles son las causas del ojo vago en niños?

El ojo vago en niños puede presentarse por distintos motivos e, incluso, puede no tener una causa clara relacionada con defectos refractivos. Los casos más comunes incluyen: 

  • Ambliopía refractiva: anomalías visuales, como la miopía, hipermetropía o el astigmatismo, son las principales causas del ojo vago en niños. Las probabilidades de sufrirlo son más altas cuando los errores de refracción son asimétricos, es decir, hay diferencia considerable de dioptrías entre ambos ojos (lo que se llama, anisometropía). 

  • Ambliopía estrábica: también puede estar causada por el estrabismo, una anomalía visual en la que los ojos no están alineados correctamente. 

  • Ambliopía por derivación: de manera muy poco frecuente, el ojo vago puede estar causado por cataratas infantiles u otras afecciones que hacen que el ojo sea opaco o nublado. 

  • Otras causas: aunque la mayoría de los casos están relacionados con alteraciones visuales, las condiciones de nacimiento del pequeño, sus antecedentes familiares o distintos tipos de trastornos del desarrollo, pueden provocar una ambliopía. 

La detección temprana y la aplicación de un tratamiento adecuado son claves para prevenir otras alteraciones de visión a largo plazo. Es por eso por lo que se recomienda realizar revisiones visuales regulares desde una edad temprana y estar muy atentos a los síntomas. 

Síntomas de ojo vago en niños: cómo identificarlo

Saber los síntomas de ojo vago en niños, así como de otras alteraciones visuales, es clave para detectarlo a tiempo y poder iniciar un tratamiento adecuado.  

Este es un estudio que hay que hacer en casa y en la escuela, pues, en ambos ámbitos, los pequeños pueden mostrar más dificultades, ya que, por lo general, no suelen comunicar su falta de claridad en la visión. Algunos de los síntomas que pueden indicar la presencia de esta afección son: 

  • Tendencia a entrecerrar los ojos o a fruncir el ceño cuando mira objetos. 

  • Cerrar uno de los ojos o inclinar la cabeza para ver mejor. 

  • Dificultades para ver y leer a cierta distancia. 

  • Dificultad para ver en profundidad o distancia de los objetos. 

  • Queja frecuente de dolores de cabeza. 

  • Desviación de un ojo hacia dentro o hacia fuera. 

  • Falta de interés en actividades que requieren de una visión cercana, como colorear o leer. 

  • Dificultad para seguir objetos con los ojos o pérdida de la coordinación ojo-mano. 

  • Sensibilidad a la luz o lagrimeo excesivo. 

¿Cómo se diagnostica el ojo vago durante la infancia? 

Ante cualquiera de los anteriores síntomas, será imprescindible realizar una revisión de la visión lo antes posible. Puede llevarla a cabo un optometrista, aunque también podemos acudir, de manera inicial, a su pediatra de cabecera que en caso necesario lo derivará al oftalmólogo. En cualquier caso, se le deberá hacer un examen completo de la visión para determinar si sufre de ambliopía. 

¿Cuál es el tratamiento para la ambliopía infantil?

Actualmente, existen distintos tratamientos para curar el ojo vago en niños. El más habitual es la terapia de parche ocular, que implica que el niño use un parche sobre su ojo fuerte durante varias horas al día para estimular el uso del ojo vago. También se pueden aplicar ejercicios de terapia visual (enfoque, movimientos oculares…), que ayuden a fortalecer la visión del ojo vago. 

Si la ambliopía está causada por errores de refracción, como, por ejemplo, la miopía o hipermetropía, el ojo vago también se corregirá al iniciar el tratamiento con gafas correctamente graduadas. En pequeños que han cumplido 7 u 8 años, también puede optarse por utilizar lentillas para niños

En otros casos, la opción más efectiva puede ser un tratamiento farmacológico sobre el ojo más fuerte. Se utilizan gotas para nublar levemente y de forma temporal la visión del ojo fuerte y así obligar al cerebro a utilizar el ojo más débil. Es una gran alternativa al parche tradicional, sobre todo, en edades muy tempranas o en pequeños que tienen dificultad para tolerar el parche. 

Finalmente, en los casos más graves, se puede recurrir a la cirugía para corregir ciertas alteraciones de la visión que pueden estar causando la ambliopía, como el estrabismo o las cataratas pediátricas 

¿El ojo vago en niños se puede prevenir?

La ambliopía en niños tiene muy buen pronóstico si se detecta antes de los 4 años. El pronóstico sigue siendo bastante favorable en niños de 4 a 6 años, mientras que en edades entre 6 y 8 años se tienen más dificultades para lograr la recuperación. A partir de los 9 o 10 años, la mayoría de los casos de ambliopía son mucho más difíciles de tratar, ya que la plasticidad cerebral es menor. Aun así y gracias a la tecnología médica actual, es posible mejorar la situación para aumentar su calidad de vida. 

Sin duda alguna, la mejor forma de prevenir el ojo vago en niños es actuar rápidamente ante cualquier síntoma y realizar revisiones oculares regulares desde una edad temprana. Recuerda que en Optica2000 te ofrecemos todo el apoyo necesario para cuidar la salud visual de los más pequeños. Pide cita ahora a través de nuestra web y acude a tu tienda más cercana para recibir asesoramiento profesional y realizar una revisión de la vista gratuita.